Hace un par de semanas (quizás un poco más) el jugador formado en las inferiores del Barça, Eric García, era uno de los más señalados por un par de errores puntuales cometidos, en los contados minutos que gozaba.
El recién fichado zaguero central proveniente del Manchester City, nunca estuvo libre de señalamientos desde sus primeros partidos con camiseta del FC Barcelona.
“Endeble en la marca, no tiene presencia física, dificultad para meterse en los partidos”, eran algunas de las críticas que se recogían en las redes sociales cuando hablaban sobre él. Sin embargo estas críticas, tanto para el jugador como para Xavi, siempre fueron irrelevantes e intrascendentes.
El joven jugador martorellense, en sus más recientes actuaciones ha venido demostrando que tiene características positivas para surgir y convertirse en un defensor importante en la “nueva era” Barça. Logró con un buen rendimiento, convertir la gran mayoría de las críticas, en halagos.
El pasado jueves 7 de abril contra el Eintracht Frankfurt (1-1), experimentó un segundo tiempo de aplaudir. De lo mejor que ha tenido en la era Xavi. Vale la pena también mencionar que el central antes de visitar Alemania, contaba ya con un plus importante: una potenciación anímica postclásico.
En el primer tiempo todo el Barça sufrió en conjunto. Los locales desde el principio fueron a buscar el partido, jugando de tú a tú al Barça. En la jugada del primer gol, Eric despejó mal y Xavi lo comentó: “Es un golazo de ellos, pero el problema es el rechace, que el balón se podría haber tirado a la banda… Es una pena porque Éric ha hecho un gran partido, pero ahí es importante tirar esos rechaces a la banda para evitar esas acciones”.
No obstante, Eric no mermó en rendimiento sino todo lo contrario. Presionó, acertó en pases (94%), recuperó y corrigió con éxito. Tuvo un partido redondo, con números muy buenos.
A pesar de que su equipo no consiguiera la victoria, el 24 del Barça demostró con personalidad que puede cargar con la responsabilidad que amerita un primer central.