El Barça B perdió en el campo de Olot 2-1, cae fuera de casa por tercera vez consecutiva y termina el día como penúltimo en la tabla. El filial azulgrana sigue sin levantar cabeza, sin poder traducir el toque y dominio de balón en ocasiones claras y goles.
El XI inicial de esta tarde incluyó un par de sorpresas pero sin muchos jugadores por lesión que sigue afectando el rendimiento del equipo. Con 6 bajas por lesión ,incluyendo a Oriol Busquets quien sufreó una lesión muscular en el partido pasado ante l’Hospitalet, y tres jugadores en dinámica de primer equipo, Iñaki Peña, Óscar Mingueza y Konrad de la Fuente.
XI: Carevic, Álvaro Sánz, Ramos Mingo, Arnau Comas, Alejandro Baldé, Jandro Orellana, Lucas de Vega, Matheus Pereira, Peque, Rey Manaj e Ilias Akhomach.
El equipo de García Pimienta teje las jugadas del fondo y fieles al estelo siempre priorizan la salida desde atrás, jugando, con el balón por abajo. De la defensa al centro del campo todo parece ir bien pero cruzando el medio las cosas se complican y el B se queda sin opciones en ataque que verdaderamente generen peligro.
El filial se adelantó al principio del partido, minuto 10, tras un buen movimiento y regate de Matheus le cometen penal y lo cobra Rey Manaj marcando su segundo gol de la temporada. Se adelantaba el equipo en busca desesperada de sumar puntos que tanta falta hacen. Los locales empataron antes del medio tiempo con un gol de cabeza tras un córner, más demérito de la defensa que acierto del goleador.
Sin embargo, el partido se decidió entre la falta de ocasiones y dos errores infantiles en defensa que capitalizó el Olot, primero el córner y después una serie de rebotes sin rechace en el área de Carevic.
Se nota que el equipo de García Pimienta quiere pero no puede, en esfuerzo no hay nada que reprochar. Lo mejor del encuentro lo puso Álvaro Sánz con una mejora notable en defensa y ataque como lateral derecho, lejos de su posición natural pero cumpliendo cada vez más cómodo dónde el equipo tanto lo necesita. La vuelta de Álex Collado por fin tuvo lugar y en la primera pelota que tocó creó una ocasión clara que Zeballos no pudo materializar. Vale la pena mencionar el buen partido de Lucas de Vega y como se empieza a hacer lugar en el once junto a Jandro Orellana la válvula de presión que controla el juego del B y el futbolista que parece un nivel por encima de su categoría.
El Barça B de esta temporada es un equipo en reconstrucción con mucha gente joven tras perder a su columna vertebral y jugadores importantes de la temporada pasada. Entre fichajes que no estuvieron a la altura de lo pedido por el entrenador, el reto está de frente y tanto García Pimienta como sus niños están dispuestos a enfrentarlo, con paciencia, compromiso y fidelidad al estilo que defienden.
Este domingo el equipo vuelve a casa, vuelve al Johan Cruyff para enfrentarse al Lleida y revertir la situación complicada en la que se encuentra. De regreso en Barcelona solo hay dos opciones: ganar o ganar.